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Escrito por: Rubén Posligua Morales MSc.

Parte 1

A pocos nos gusta el concepto de trabajo. Los términos trabajo y labor no suelen incitarnos a sonreír. Por el contrario, a todo el mundo le gusta disfrutar del fin de semana verdad.

Por qué nos gusta disfrutar el fin de semana, la más simple respuesta es porque no tenemos que ir a trabajar. Y cuando suena el despertador el lunes por la mañana, deseamos que todavía sea fin de semana.

Pero es esta representación bíblica, es sustancialmente satisfactoria, podría haber alguna cualidad protectora en el trabajo.

Los estudiosos de la Biblia nos dicen que el concepto de trabajo se menciona, explícita o implícitamente, más de 800 veces en las Escrituras.

No he intentado localizar y catalogar todas estas referencias, pero esta estadística me parece razonable. Considere solo algunos de los ejemplos y enseñanzas generales sobre el trabajo que se destacan al leer la Biblia.

Por ejemplo, el Señor Jesús era hijo de un carpintero un artesano y, con el tiempo, él mismo se convirtió en un comerciante, Mateo 13:55; Marcos 6:3.

Para algunas personas, esta puede ser algo difícil de aceptar, muchos prefieren pensar en el Señor Jesús con una corona, como en una pintura histórica. De hecho, a algunas personas les parece irreligioso pensar en el Señor Jesús cubierto de sudor y aserrín, tratando con clientes exigentes, agotado al final de una jornada de trabajo. Sin embargo, este es el Jesús de la Biblia.

También Pablo era un trabajador manual, un fabricante de tiendas Hechos 18:3; 20:34. No solo era Pablo un comerciante, sino que también apeló a su propio trabajo como ejemplo para la iglesia, escribiendo: “Recordarán, hermanos, nuestros esfuerzos y fatigas para proclamarles el evangelio de Dios, y cómo trabajamos día y noche para no serles una carga” 1 Ts 2:9.

Por supuesto, Pablo no estaba tratando de elevar el trabajo con las manos por encima del trabajo con la mente o viceversa. Más bien, estaba enseñando que aquellos que pueden trabajar, sin importar el tipo de trabajo, deben trabajar para mantenerse a sí mismos y a sus familias y no cargar innecesariamente a otros. Este era el ejemplo de Pablo para el pueblo de Dios mientras predicaba el evangelio.

La Biblia está llena de ilustraciones, ejemplos y enseñanzas positivas sobre el trabajo. Considera las parábolas de Jesús las cuáles a menudo apelan e incluyen ejemplos generales de trabajo: sembrar, cosechar, comprar, vender, pescar, pastorear, invertir y más. Algunos pasajes bíblicos conocidos con enseñanzas sobre el trabajo incluyen: “Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo” Col 3:23; “… si alguno no quiere trabajar, tampoco coma” 2 Ts 3:10; y “Digno es el obrero de su salario” 1 Ti 5:18. Está claro, pues, que, tanto en ejemplo como en la enseñanza, la Biblia aborda el tema del trabajo de forma honrosa y siempre con una perspectiva positiva.

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