Ministerio Pastoral
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¿Cómo responder en situaciones de crisis?

Autor: Pastor Pablo Madrid (USA)

En la consejería, los pastores enfrentamos grandes retos sobre todo cuando las personas están pasando por crisis. Por ello, es necesario una capacitación apropiada en esta área para no dar consejos que en vez de ayudar se convierta en más tristeza y desesperanza para las personas.

1-Una Familia perdió a su hijo por suicidio. ¿Qué le diría?

A-Ejerciendo El Ministerio de La Presencia

Si pudiera tener a esa familia reunida, comenzaría por tratar de darles un abrazo a cada uno de los presentes, tratando de trasmitirles ese grande amor de Dios, ejercería el Ministerio de la Presencia, el cual en momentos de gran tragedia ayuda mucho en los momentos iniciales de la pérdida que ha ocurrido.

Teniendo en cuenta algunas de las fases o áreas de sufrimiento iniciales, como lo son el Shock y la Negación, trataría solamente estar presente, cerca de ellos, atendiéndoles, sirviéndoles en todo lo posible; tratando de ayudar con aquellas tareas que alguien en estado de shock no es capaz de realizar. Como por ejemplo ayudar haciendo llamadas a las autoridades competentes, a las entidades responsables del levantamiento, procesamiento y velación del cadáver, Etc.

Ejercer el Ministerio de la Presencia en esos momentos iniciales, posteriores a la tragedia es de vital importancia, entendiendo que la mente del ser humano entra en un estado de “Negación”, no podemos pensar, aun, en ministrar esas vidas a través de La Palabra de Dios, porque habría un rechazo inminente, debido a que la mente y el corazón del ser humano no puede procesar la posibilidad de tener un Dios de amor que permita este tipo de tragedias.

B-Ministrando vidas

Hermanos no puedo imaginar el dolor tan grande y profundo que están atravesando en este preciso momento, pero si ustedes me lo permiten quisiera hablarles por un momento de algo que estoy seguro traerá paz y fortaleza a sus vidas.

1-En primer lugar, quiero decirles que esto que ha pasado, si bien es cierto es una tragedia, está contemplado que pase en este mundo en el cual vivimos hoy. Es decir, estamos viviendo en un mundo contaminado por el pecado, y a la vez cargado de un gran vacío en la vida de las personas.

Lo que quiero decir con esto es que ustedes no son culpables de la tragedia que recién ocurrió. De ninguna manera deben ustedes culparse por la muerte de su hijo. La cual por dura que parezca, por injusta que parezca, tampoco podemos culpar a Dios de lo que pasó. Todos estamos expuestos a sufrir situaciones similares, aun el mismo Apóstol Pablo fue víctima de muchos sufrimientos en su vida como Él mismo nos lo explica en la segunda carta a los Corintios (2 Corintios 11:23-26). Pero Él nunca se culpaba a sí mismo o culpaba a Dios, por el contrario, veía la tragedia como una prueba y se refugiaba pensando en que mientras más débil se sentía, más fuerte era. (2 Corintios 12:10)

Él sabía que Dios siempre estaría con El, de la misma manera, yo tengo la plena seguridad que, aunque ustedes hoy no le puedan ver ni le puedan sentir, Dios está con ustedes atravesando este valle de lágrimas.

2-En segundo lugar, quiero compartir la siguiente lectura bíblica en el evangelio de Juan 9:2 cuando le preguntan a Jesús que quien había pecado si los padres o el muchacho para que naciere ciego. Jesús responde que ninguno, y prosigue diciendo que él nació ciego para que la gloria de Dios se manifestara. Es decir, amados hermanos que situaciones como esta tragedia pasan sin lugar a duda para que puedan ser usadas por nosotros o por ustedes para que la gloria de Dios se manifieste en otras tantas vidas. Hoy hermanos Dios está haciendo un llamado a sus vidas para que de esta tragedia puedan ustedes cobrar fuerzas y comenzar a ayudar a tantas otras personas que tal vez estén atravesando por la misma situación que llevó a su hijo a tomar tan difícil decisión, a hablar con esas personas o hablar en las escuelas acerca del suicidio y las causas que lo motivan, a hablarles a los padres para que estén más atentos a las señales que los hijos transmiten cuando se encuentran en momentos difíciles, y así poder evitar que otros sufran lo que ustedes hoy sufren. Como podemos ver hermanos de esta tragedia podemos hacer algo bello y hermoso y un día podríamos decir que nuestra debilidad fue lo que nos hizo fuertes. Y por supuesto veríamos la gloria de Dios resplandecer en medio de este dolor, ánimo hermanos, pidámosle al Señor fortaleza y el animo necesario para hacer de esta tragedia una bendición.

A ver hermanos oremos al Señor diciendo: Señor, aunque hoy estemos tristes, tal vez enojados contigo, porque no se nos es posible entender el por qué de esta tragedia, aunque hoy no podamos ver o entender tus propósitos, nos rendimos ante ti creyendo que tú eres Todopoderoso, el Rey de Reyes, que tu eres nuestro Dios y que tu estás en total y absoluto control de nuestras vidas.

 

«Por la mañana hazme saber de tu gran amor, porque en ti he puesto mi confianza. Señálame el camino que debo seguir, porque a ti elevo mi alma». Salmo 143:8
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