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Escrito por: Rubén Posligua Morales MSc.

Parte 2

Es innegable por lo que dice la Escritura que tal comportamiento se produjo en esa iglesia del primer siglo, a pesar de las muchas bendiciones y privilegios recibidos, por lo tanto, no debe extrañarnos que lo mismo pueda ocurrir, y nos consta que ocurre, en las iglesias del siglo XXI.

En la Palabra de Dios encontramos indicadas cuáles pueden ser las causas de esta tremenda anomalía.

Por ejemplo, en Romanos 8:13 claramente se da a entender que un creyente nacido de nuevo puede por razones varias, vivir conforme a la carne o vivir conforme al Espíritu.

En Gálatas 5, con otras palabras, advierte sobre la posibilidad de que un hijo de Dios pueda permitir que su antigua manera de vivir según la carne se manifieste en su vida, o puede, por el contrario, dar lugar al señorío del Espíritu Santo, que lo llena, lo transforma y le da la victoria sobre toda clase de maldad.

Estas dos opciones no se producen automáticamente, cada uno va eligiendo y permitiendo quién va a gobernar su vida, si la carne o el Espíritu, si el pecado o Cristo.

Y qué sucede cuando un creyente, consciente o inconscientemente se deja esclavizar y permite que la carne domine su vida.

Por esta expresión las Escrituras se refieren, no al cuerpo físico, sino a la estructura pecaminosa que todos hemos heredado por nuestra vinculación con Adán, aparte de la obra de Cristo y de su Espíritu en nosotros.

Cuáles son los resultados de esta entrega. Se produce lo que en Gálatas 5:19–21 se presenta como una larga lista denominada las obras de la carne, que bien puede compararse a una radiografía espiritual, que señala fielmente cuál es el mal que sufre el paciente, o también puede ser semejante a un espejo que muestra dónde están las manchas en el rostro.

La Palabra de Dios habla claro y despoja al pecado de todo encanto con el cual el mundo intenta adornarlo.

Prevalece a veces entre el pueblo de Dios la tendencia a prestar más atención a la liviana estimación que la sociedad hace de los pecados, que lo que Dios dice en su Palabra.

Espero haber dejado interés sobre este interesante tema, y poder contar con ustedes paga seguir en el aprendizaje de la palabra de Dios, desde la enseñanza de la sana doctrina, la cual nos ensena el camino hacia nuestra madurez espiritual, Bendiciones.

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