Ministerio Pastoral
Universidad Cristiana Logos
Blog de Estudios
Escrito por: Rubén Posligua Morales MSc.
Parte 1
El Padre Todopoderoso envió a su Hijo El Señor Jesús, para ser juzgado por nuestros pecados en la cruz, y traer paz en la enemistad del hombre con Dios.
Aun cuando El Señor Jesús eliminó la barrera, nuestra relación con Dios depende de nosotros. Solo una cosa queda: ¿Qué piensas tú de Jesucristo? Solo una decisión nos separa de nuestro creador.
Si crees en El Señor Jesús, cruzas la línea de separación y recibes el regalo del Todopoderoso que es la vida eterna.
La Barrera es imposible e insuperable, no hay ser humano que pueda sobrepasar esta obstrucción. La humanidad ha nacido en el lado equivocado de la barrera, irremediablemente se encuentra separado de toda relación con Dios.
El Eterno siempre supo que el ser humano pecaría y daría la espalda a su Creador por medio de su desobediencia. En consecuencia, en la eternidad pasada, El Padre diseñó un plan perfecto para eliminar esta barrera.
Si la humanidad fue creada para disfrutar de una relación personal con El Todopoderoso. El formó a Adán y a Eva perfectos, sin defectos físicos y sin pecado.
Los colocó en un lugar perfecto en del jardín del Edén, donde tenían contacto directo y diario con Él (Gn 3:8).
Dios les dio la voluntad, el libre albedrío para obedecerlo o desobedecerlo. Mientras continuaran obedeciendo al Todopoderoso, permanecerían en comunión con Él en un estado de perfección sin pecado.
Pero cuando cometieron el pecado de desobediencia, inmediatamente una barrera separó al hombre de su creador. La relación de la humanidad con Él fue completamente suspendida.
Desde la caída de Adán hasta el final de los tiempos, ningún ser humano puede traspasar esta barrera. Es imposible e insuperable; ningún esfuerzo del ser humano puede superar este obstáculo.
Toda la humanidad nace muerta espiritualmente y existe a un lado de la barrera y Padre Todopoderoso existe al otro lado, con una separación sin ningún tipo de esperanza.
Pero el Todopoderoso, omnisciente siempre supo que la voluntad del hombre lo incomunicaría de su Creador.
En consecuencia, en la eternidad pasada El Padre diseñó un plan perfecto para eliminar la barrera a través de la obra de salvación de su unigénito hijo El Señor Jesús en la cruz.
Quieres saber mas sobre este interesante tema, te invito a que lo leas en su continuación Bendiciones.