Ministerio Pastoral
Universidad Cristiana Logos
Blog de Estudios
Escrito por: Rubén Posligua Morales MSc.
Parte 3
Francis Turretin, Institutos de Teología Ecléctica, 1:214, escribe:
No había nada desde la eternidad que pudiera ser la causa de la determinación de una cosa indiferente a ninguna de las partes excepto la voluntad de Dios; no su esencia o conocimiento, porque ninguno puede operar ad extra (obras fuera de la Trinidad) separado de la voluntad.
Por lo tanto, como ningún efecto puede ser entendido como futuro (ya sea absoluta o hipotéticamente) sin el decreto divino (porque ninguna criatura puede estar en el mundo sin la causalidad divina), así ninguna cosa condicional futura puede ser conocida antes del decreto.
El conocimiento de Dios es necesario y no contingente–El segundo punto, se relaciona con el primero, de nuevo con respecto a la solución del conocimiento medio. El Conocimiento Medio (Molinismo) fracasa como una explicación de cómo Dios puede saber con certeza qué criaturas se opondrían a su propio libre albedrío independiente -libertario-. Una causa necesaria produce efectos necesarios, que pueden ser conocidos de antemano con certeza. Una causa contingente produce efectos contingentes conocidos de antemano sólo con probabilidad.
Si Dios sabe lo que posiblemente haría una criatura basando su conocimiento en la causalidad contingente de la criatura, y no en sí mismo como la primera causa, entonces sólo puede tener un conocimiento conjetural o probable al respecto, pero no totalmente certero.
El conocimiento medio no proporciona ninguna otra explicación de cómo Dios puede saber con certeza, sino sólo con probabilidad, lo que haríamos de acuerdo a nuestra propia libertad independiente. Además, el conocimiento probable puede volverse significativamente poco confiable por la posibilidad de que nuestro “actuar sea fuera de carácter”.
Francis Turretin, en sus Institutos de Teología Ecléctica, 1:215, (resumiendo Aquino, ST I, q.14, a.13), escribe:
Quien conoce un efecto contingente en su propia causa solamente y no en alguna causa superior que ciertamente la determine, tiene sólo un conocimiento conjetural (probabilistico) al respecto. —Puesto que de una causa indiferente en cuanto a que es contingente, no puede fluir un acto determinado; y por la misma razón de un antecedente contingente, en cuanto contingente, no puede fluir una conclusión necesaria ante el decreto de la voluntad divina.
De nuevo Turretin:
Lo que es concebido para ser determinado por Dios también puede ser pronunciado para ser determinado; pero lo que es concebido sólo para ser posible, puede ser pronunciado sólo para ser posible.