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El Pecado
Escrito por: Rubén Posligua Morales MSc.
Parte 1
Una vez un artista estaba pintando la bóveda de un templo, y con frecuencia daba unos pasos hacia atrás en el andamio, para contemplar su obra. Se encontraba tan absorto contemplando su trabajo, que no se había dado cuenta de que iba a caer en el pavimento que estaba a gran distancia del andamio.
Otro pintor, hermano de aquel, viéndolo en peligro y comprendiendo que una palabra podría apresurar su caída, arrojó una brocha sobre el cuadro que contemplaba el artista que estaba en peligro. Este pintor, sorprendido y enojado, violentamente se dirigió hacia adelante: así se salvó de una caída que hubiera sido mortal. Así también, Dios algunas veces destruye las halagadoras esperanzas de nuestro corazón, para advertirnos el grave peligro en que estamos por causa del pecado, y para salvar nuestras almas.
¿Qué es el pecado? El pecado es cualquier cosa contraria al carácter de Dios o que actúa independientemente de Dios y su provisión. El pecado es estar destituido de la rectitud de Dios (Ro 3:23).
El primer pecado de la raza humana fue un acto de desobediencia a la voluntad de Dios: (… pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás), (Gn 2:17 a).
Cuando Adán comió el fruto prohibido, la ofensa tuvo repercusiones de gran alcance para la humanidad. Este primer pecado, el pecado original de Adán, fue imputado u oficialmente cargado a toda la raza humana. Ya que Adán representaba a la raza humana, permanecemos o caemos con él. Cuando Adán pecó, todos también pecamos, porque estábamos seminalmente presentes en él.
Porque, así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores (Ro 5:19 a). Todos estamos condenados no por nuestros pecados personales sino por el pecado original de Adán.
También heredamos la naturaleza pecaminosa de Adán. Adán se convirtió en un pecador; nosotros nacemos pecadores. La naturaleza pecaminosa que adquirió es genéticamente transmitida a sus descendientes, a todos y cada uno de nosotros. Todos poseemos la misma naturaleza corrupta.
Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre Adán, y por el pecado la muerte espiritual, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron el momento en que Adán pecó. (Ro 5:12)
La muerte pasó a todos los hombres» porque la condenación del pecado de Adán se imputa a nuestra naturaleza pecaminosa genéticamente formada al nacer, resultando en una muerte espiritual.
Por consiguiente, todos nacemos en el mercado de los esclavos del pecado y seguiremos siendo esclavos mientras vivamos, a menos que aceptemos la solución de Dios: la redención.
Gracias por su tiempo en leer esta primera parte de blog los espero en su conclusión Bendiciones.