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Escrito por: Rubén Posligua Morales MSc.

Parte 2

Excepto en el caso de José, en el que su esposa Asenet es irrelevante, con los otros tres patriarcas, sus mujeres Sara y Agar con Abraham; Rebeca con Isaac; y Raquel y Lía con Jacob- desempeñan un papel relevante.

Tanto a la hora de hablar de los patriarcas como, en general, a la hora de hablar de cualquier texto bíblico, especialmente del AT, es importante plantearse la metodología con la que se va a abordar la cuestión.

En principio, los relatos patriarcales dan la impresión de ser muy sencillos, de agradable lectura, en los que se nos recogen sagas familiares. Con frecuencia son etiologías etimológicas, es decir, relatos que tratan de explicar por qué existen algunas cosas.

Por ejemplo, en el capítulo 19,30 y ss. se trata de contar por qué existen los pueblos de Moab y Amón, y para ello se narran dos historias en las cuales las hijas de Lot –que había partido de Egipto con su tío Abraham- le emborrachan y, mientras está beodo, tienen relaciones sexuales con él y las dos quedan embarazadas.

El hijo de una da origen al pueblo de Moab y el de la otra da origen al pueblo de Amón. Evidentemente, esto se cuenta así para mostrar cuán despreciables son esos pueblos, Moab y Amón, que han tenido un origen tan inmoral.

Estas son sagas etiológicas, es decir, relatos que explican, en este caso, por qué existen los moabitas y los amonitas; y también tiene relación etimológica, porque al primero se le llama Paterno -de mi padre-, que eso es lo que significa Moab en hebreo, y al segundo se le llama Poblano -hijo de mi pueblo-, que es el significado de Amón en hebreo.

A pesar de ser un tipo de relatos sencillos, la interpretación teológica de estos textos no es fácil. En principio caben dos modos principales de acercamiento: El método diacrónico estudia y trata de averiguar cómo se han ido formando estos relatos a lo largo del tiempo para, desde ahí, llegar a conocer qué testimonio histórico dan de los hechos sucedidos. Esto es lo que ha hecho la exégesis histórico-crítica durante más de dos siglos y medio, fundamentalmente hasta la mitad del siglo XX.

Su fruto maduro fue la teoría documentaria clásica que hoy está puesta en duda en muchos de sus aspectos, probablemente porque esta teoría pasó a ser entendida -más que como una hipótesis científica que es lo que siempre ha sido- como una realidad, y no hay que confundir las hipótesis científicas con las realidades; por lo menos no siempre.

El método sincrónico. Sin negar lo anterior, a partir de la segunda mitad del siglo XX se empieza a emplear otro modo de acceso a los textos, que viene dado por la sincronía, es decir, leer el texto tal como nos ha llegado y lo tenemos, prescindiendo de la historia de su formación.

En mi opinión creo que ambas aproximaciones son importantes, y de las dos nos hemos de valer, pero creo también que la aproximación diacrónica es mucho más rica y nos da una intelección de los textos mucho mayor.

A mí me gustaba repetir en clase la siguiente frase: Lo que ha sido transmitido por alguna razón ha sido transmitido, y esa razón no es que las cosas pasaran porque otras muchas cosas también pasaron, pero no se nos han transmitido.

Cuando en los textos del AT se nos cuentan las historias de Abraham, Jacob o José, no se trata simplemente de que haya pasado -porque ha podido ocurrir o no, sino que, para entender el texto, hay que descubrir la razón por lo que se nos cuenta aquello. En mi opinión, descubrir el interés por el que un texto ha sido generado y transmitido es el mejor modo de comprenderlo.

Estoy muy agradecido por el tiempo que usted invierte para leer este pequeño blog, y que nuestro Señor Jesús los Bendiga Grandemente.

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