Ministerio Pastoral
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Como amar a tu esposa
Escrito por: Rubén Posligua Morales MSc.
Parte 1
Se cuenta la historia de un hombre que buscó el consejo de su pastor. El pastor le preguntó al hombre:
“¿Qué puedo hacer por ti?”
“Pastor, creo que tengo un problema.”
“¿Cuál es tu problema?”
“¡Creo que amo demasiado a mi esposa!”
“Está bien. Respóndeme, ¿la amas tanto como Cristo ama a la Iglesia?” “¡No, no la amo tanto!”
“Entonces tu problema no es que la amas demasiado. ¡Tu problema es que aún no lo amas suficiente!”
El problema real de muchos hombres que están “enamorados” de sus esposas es que piensan en el amor como un sentimiento.
Como una persona mencionó, “El amor es un sentimiento que sientes cuando sientes que vas a sentir algo que nunca habías sentido antes.”
Hasta donde el amor es un sentimiento (y en cierta medida es una emoción), es posible amar a alguien demasiado. De hecho, puedes amar a alguien (o algo) hasta el punto de idolatrarlo(a).
Cuando un hombre desea y adora a su esposa de una manera anormal (hasta el punto de esperar que ella haga por él lo que sólo Dios puede hacer) él la ama, de forma pecaminosa, “demasiado.”
El amor bíblico, sin embargo, no es primordialmente un sentimiento. De hecho, ese amor no es primariamente ni siquiera una emoción. ¿Qué función tiene, gramaticalmente, la palabra “amor” en una oración?
“Amor es un sustantivo.”
No, amor es fundamentalmente un verbo.
“¿Un verbo?”
¡Así es!, ¿Recuerdas el pasaje clásico que define el amor bíblico?
“Seguro, es 1 Corintios 13.”
Así es. Veamos ahora detenidamente este pasaje tan conocido que aun a los ojos de muchos paganos es insuperable por su precisión y genio literario.
- El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia;
- el amor no es jactancioso, no es arrogante; no se porta indecorosamente;
- no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido;
- no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad;
- todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta (1 Cor. 13:4–7).
Déjame dividir este pasaje en sus componentes gramaticales para que veas por ti mismo de lo que estoy hablando. “El amor es paciente.” “Es paciente” en el griego original del Nuevo Testamento es un participio y por lo tanto es verbal por naturaleza.
“El amor es bondadoso.” “Es bondadoso” de la misma manera es un participio. “El amor no tiene envidia” es un verbo. Y es así con el resto:
El amor no es jactancioso Verbo
No es arrogante, Verbo
No se porta indecorosamente; Verbo
No busca lo suyo, Verbo
No se irrita, Verbo
No toma en cuenta el mal recibido, Verbo
No se regocija de la injusticia, Verbo
Sino que se alegra con la verdad, Verbo
Todo lo sufre, Verbo
Todo lo cree, Verbo
Todo lo espera, Verbo
Todo lo soporta. Verbo
¿Ves el cuadro? Cuando Dios quiso definir el amor Él uso verbos porque el amor es algo que haces más que lo que sientes. ¡Involucra acción mucho más que emoción!
Puesto que el amor es algo que haces, ¿es realmente posible amar a alguien demasiado? Puedes comenzar a meditar en esto; te daré la respuesta en el siguiente articulo te invito no te lo pierdas.