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Atributos perjudiciales

Escrito por: Rubén Posligua Morales MSc.

Parte 1

A lo largo de la historia Bíblica Dios ha levantado grandes líderes para guiar a su pueblo, como Moisés, Samuel, el rey David. Pero ni la talla de ellos ni su posición les otorgó un privilegio ante atribuciones perjudiciales que pudieran transformar sus vidas de una historia insigne a una novela impura.

Como en el caso de Salomón, aconteció que los hombres de más alto llegan, más dura es su caída. Tal es el testimonio arcaico de los reyes de Israel, entre los cuales se perfilan más pérdidas que triunfos espirituales.

Si te propones escapar esta trágica estadística, te invito a que reflexiones en algunas influencias ofensivas que acosaron a los reyes de Israel y que se deben evitar, si has de vivir al servicio de Dios y no al servicio de los mandatos de tu corazón.

En el yugo desigual toda influencia tiene una fuerza directamente proporcional a la intimidad que se tiene con las personas. Entre mayor la intimidad mayor la probabilidad de influencia. No existe mayor intimidad que la que se da en el matrimonio. Por esto la escritura nos advierte en contra de esta situación que se da hasta el día de hoy en nuestra vida espiritual.

Con este ejemplo podemos entender que tanto Salomón como del rey Joram, casado con la hija del bandolero rey Acaz, sucumbieron ante la influencia conyugal pagana de sus esposas por encima de la específica advertencia de Dios a los reyes en su ley (Deuteronomio 17).

Esto abarca más que el matrimonio. Toda relación cercana desigual, sea de trabajo, amistad o familiar. Si no guardas tu distancia puede ser lo que desvíe tu corazón. Hay mucha verdad en el refrán: dime con quién andas y te diré quién eres.

Las alianzas incompatibles la presión disuelve muchas convicciones en el corazón. Aun el rey Josafat, quien hizo lo recto ante los ojos de Jehová, y quién fuera engrandecido materialmente por Dios, fraguó una alianza política con el peor de los reyes, el rey de Acab, y por esto, fue reprendido por el vidente Jehú: ¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová?

Es interesante notar que dicha alianza política fue un derivado del matrimonio mixto que había contraído con la hija del rey Acab (2º Crónicas 18.). Una vez que hemos hecho concesiones una vez será más fácil hacerlo una segunda vez y finalmente quedar atrapado en la espiral de la decadencia.

Espero que este blog capte tu interés y agradezco el tiempo invertido para leer el mismo no te pierdas la conclusión.

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